NO
LO VERÁN
Le
hizo un ademán para que tomara asiento en la silla del jardín. Ella
se veía un poco cansada o fastidiada o ambas. Él sonrió – Llegas
tarde - mientras servía té en la taza que le ofreció,
extendiéndole con la otra mano unas pinzas pequeñas, destapando una
azucarera. Ella tomó la taza, le sonrió, tomó las pinzas para
servirse un cubo de azúcar, probó un sorbo. Se le quedó viendo a
los ojos bajando la taza lentamente, dejando en su lugar el segundo
cubo que tenía preparado en las pinzas. - Sabes que no tengo prisa,
pocas veces me reclaman eso- Le dijo la Muerte.
Llevaba como siempre
una sombrilla que combinara con su vestido, esta vez de un rojo
carmín, exactamente del tono de sus uñas y el labial. La estética
que forma su figura con el cabello lacio junto a la talla de su
vestido, hacen parecer que fuera una gota escurrida con mucho estilo
- Ellos no entienden el juego – Le dijo el Tiempo, mientras tomaba
un sorbo de su café sin azúcar.- Siguen dando vueltas a las ideas
de quedarse girando eternamente, ni siquiera entienden para qué- terminó su taza e inmediatamente se sirvió mas café. Lo mantenía
caliente sobre un soporte fino de acero con una lata de alcohol
encendido.
Estaban en una bonita terraza de algún edificio de alguna
ciudad muy ocupada. Se acercó un mesero vestido de traje blanco y
moño con faja negra, preguntó si necesitaban algo mientras le
extendía la carta a la señora que recién se había sentado a la
mesa. - Unas galletas de canela- dijo el Tiempo – ¿vas a pedir
algo?- le preguntó a la Muerte sonriendo, puesto que sabía que ella
casi no tiene antojos, además que le gusta abstenerse de placeres. -
Hielo por favor- Le dijo la muerte al mesero mientras le contestaba
la sonrisa al Tiempo. -Ellos parecieran no tener idea de lo que
hacen... es inevitable que incidente tras incidente, logren vivir
sin problemas del cuerpo, algo tiene que ocurrir que termine con su
vida.- la Muerte le dijo mientras toma otro sorbo a la taza – Sólo
que se encierren por siempre, sin moverse, bien podrían ahorrarse
molestias recostándose de una vez en su caja – El Tiempo se sonrió
viendo la desesperación de la muerte, suspiró tomándole la mano -
¿Por qué no le ganas la carrera a los que buscan comprar días con
tecnología?- Ella hizo una mueca, volteando a ver la mano del Tiempo
que trataba de reconfortarla.- ¿Porque no detienes todo de una vez
para que nada siga avanzando? - Le contestó ella.
El mesero colocó
un vaso lleno de hielos circulares, preguntando si necesitaban algo
más, las galletas venían en un plato arregladas también en una
forma circular. - No gracias, le contestó el Tiempo al mesero,
tomando una de las galletas. - No son lo único en el Universo, todo
tiene un punto crítico seguido de un final, pero si siguen así,
como van, nos encontrarán antes de que eso ocurra, comenzarán a
torturarnos con sus experimentos, no lo vamos a ver llegar- Mordió
la galleta con seriedad, suspiró, observo la galleta calladamente.
Muerte lo miró -Cada vez que nos juntamos, te atormenta que te hagan
algo con sus experimentos- le dijo ella - todo juego tiene un
conjunto de reglas, sabes que si rompen una sola todo desaparece,
hasta nosotros.- Sacó un cigarrillo de su bolso junto con un
encendedor rojo, colocó un hielo en su té, dio una bocanada al
filtro.-No van a ver cuando me ponga encima de todos a la vez.-
Extendió la mano con el cigarrillo señalando a la ciudad - ellos
son los que no lo verán.- Hizo tres aros de humo, el Tiempo suspiró
y se quedó mirando como se desvanecían las figuras blanquecinas que
salieron de los labios carmín que llevaba ese día Muerte, volteó a
hacer señas al mesero... -¿Me podría traer la carta y mas café,
por favor?-
Omar López Rincón
registro: 1305285174842
28-may-2013 23:42 UTC
edición: Norma Rincón Mendoza
revisión: Jennifer Romero
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