domingo, 9 de junio de 2013

UNA PARED

Encontramos en medio de tanto calor un pequeño lugar en medio de la nada, sólo viento y arena soplaba entre grietas de esta enorme pared. Esperamos a que el sol se pusiera un poco para que nos dejara una leve sombra a raíz de esta tremenda y antigua pared. Tenía escritos nombres y dibujos tapados con otros dibujos. 

No tenemos la menor idea de cuánto tiempo tenga ese lugar ahí. Algunos de los dibujos tienen color, otros sólo son borrones y manchas o quizás sólo son accidentes que se dejaron ahí. Llevamos mucho tiempo tratando de formar historias a partir de lo que contenía la pared. Nos distrajo por momentos el hecho de que sólo estábamos ahí tomando un poco de sombra para poder continuar. 

Después de un tiempo, comenzamos a sentirnos más tranquilos por tener esa pared ahí. Comenzamos a poner más rocas en ella para expandirla un poco más, así pasando la hora de sol total podíamos regocijar un poco de una mejor y más fresca sombra.

 Cuando caía la noche comentamos nuestro viaje, las horas caminadas, cómo nos encontramos al mismo tiempo viendo esa pared, cada quien del lado contrario. Nos burlamos de nosotros mismos pensando en todo el tiempo que pudimos estar uno enfrente del otro sin saberlo. Comenzamos los garabatos que se nos ocurrieron, hicimos nuestras caricaturas y contábamos cuentos sobre nubes y segundos. La primera piedra que pusimos con tanto esfuerzo, la criticamos tanto que sólo por diversión no la quitamos. La pared era enorme compartíamos las sombras correspondientes a las horas. 

Cuando terminamos de poner las piedras que traíamos en los equipajes, cuando no pudimos expandir más esa pared los días comenzaron a ser monótonos. Ya no podíamos desdibujar encima de lo dibujado. Partimos en búsqueda de más piedras, a veces he regresado a ver la pared, pero ya no he visto más dibujos. Incluso hay unos que los deslavó la arena. He llevado piedras al lugar, pero no las pongo más. Las coloco por un lado por si algún día te veo de nuevo por ahí, recuerdo que lo divertido era ponerlas juntos. Creo que sí, sí lo era.

todos los derechos reservados
Omar López Rincón
Código: 1306105248026
Fecha 10-jun-2013 1:57 UTC
revisión: Jennifer Romero

sábado, 1 de junio de 2013

HERE


Otoño

de vez en cuando pienso, 
de vez en cuando recuerdo, 
de vez en vez salto y te veo 

de vez en vez grito en silencio 
ya no es igual 
ya no es como era 
ya no hay retórica de memoria 

es muy suave el recuerdo 
los nombres se van escondiendo 
y ahora aquí, me veo de nuevo 

y ahora aquí, me encuentro sonriendo 
he estado en esta plaza de recuerdos 
muchas veces he estado viendo y viendo 

me asomo y confundo porque son tantos los momentos 
algunos pasan cerca saludando y otros sólo de lejos 
creo que entre muchos te veo 
muchas veces sentados, muchas veces corriendo 

de vez en cuando sólo veo 
y en lo que veo me veo 
de vez en cuando y sólo cuando puedo 
me sonrío porque entre tanto alboroto 
todavía reconozco un poco asomado, un poco asombrado 

todavía cuidando la luna, cuidando la luna 
aún no se va sin mí, me sigue esperando 
la oportunidad de seguir compartiendo y acumulando 
más momentos para terminar de entenderlo

Aire de noche

no importa que tan dificil sea 
quiero saber que estas ahi 
sentirte cerca y ver que me sientes 
saludarte diciendo hola con una sonrisa 

quiero verte al rostro y juguetear con tu cabello 
olerte y tomar tu mano 
arrastrar los pies contigo y levantar la tierra 

guardando la luna, dejé salir la luna, se me escapó la luna, vigilando la luna, cuidando la luna

Votos Sordos

Es ahora con dos historias cuando ocurre, 

la historia de mis padres, la historia de los tuyos, 

la historia de tus abuelos, la historia de los míos 

y así sucecivamente invirtiendo hasta tiempos de tiempos 

miles de estaciones que tuvieron que transcurrir y situaciones 

que se tuvieron que combinar para que ahora estemos aquí 

tanto debemos a la consecuencia 

por ese mismo respeto a la naturaleza que nos pone uno frente a otro 

que no haya duda alguna, ni un segundo, ni un pensamiento 

hasta el inconsciente repite y asegura que somos lo que tenemos que ser 

que no es la inseguridad, la soledad o los demás. 

Hoy laconico uno frente a otro, justos y ojo a ojo 

con todo el coraje que perfora toda superficie obvia 

no tengo miedo. 

Ahora que sere testigo único de lo que en realidad es tu mente 

ahora que veras de mi lo que sólo yo he conocido 

esta tercer historia comienza 

y sirve para continuar las anteriores, honrarlas y al final... 

el final ? Pero si apenas es el comienzo, 

regalemos muchas fotos para guardar a los que vienen, 

enseñaremos juntos, crearemos juntos, idearemos juntos, 

disfrutaremos juntos, lloraremos juntos, escribiremos juntos, 

cantaremos juntos, bailaremos juntos, recordaremos juntos... 

juntos... 

los que vienen nos recordaran así... 

juntos

Omar López Rincón

Catalejo

No siempre buscamos figuras en las nubes. 

hay momentos en los que únicamente vemos nubes. 

hay momentos en donde sólo vemos manchas. 

Incluso las líneas que sugieren directamente una figura, no las entendemos 
y sólo vemos líneas. 

Existen constantes banderas a nuestro alrededor tratando de explicarnos. 

Tenemos que aprender a escuchar, tenemos que aprender a poner atención. 

Cuando las máscaras comiencen a hablar, habremos perdido todo sentido y 
seremos formas vacuas sin lógica. 

Incluso al encontrar las líneas en la distancia correcta, es aún cuando 
el trabajo efectivo comienza. 

Podemos ver las líneas y entender la figura, ahora daremos la sentencia 
y será algo cruel o podríamos dar la expresión. 

La relevancia la dictaminamos a cada segundo detonamos las ideas o 
las matamos pasando de largo. 

Nosotros apuntamos la lámpara, los objetos en el cuarto obscuro no se mueven.

Omar López Rincón

Antes del último segundo

me gustaría que cuando no esté 

recuerdes que reía 
que trataba que rieras 
que inventaba ideas 
que ideaba historias 
que recordaba líneas 
que intentaba pintar con palabras 
que hablaba y veía 
que miraba y oía 
que escribía 
que tocaba música prestada 
que tocaba música aprendida 
que pensaba y pensaba 
que leía y te leía y leía 
que guardaba silencio 
que te cantaba 
que bailaba y gritaba 
que brincaba 
que a veces corría 
que a veces me detenía 
que pateaba 
que volteaba al cielo y suspiraba 
que te pedía que cerraras los ojos 
que apuntaras todo y me dijeras lo que querías 
que te enseñe cuadros 
que veía la luna 
que reía los martes y jueves 
que los lunes peleaba 
que los miércoles suspiraba 
que me gustaban las frases 
que te leía y leía 
que te escuche 
y si no lo puedes recordar... confía en mi 
a veces lo hacia 

El Éxito


El éxito, no es ser acaudalado, no es tener buena apariencia. 
El éxito no es tener buen cuerpo, no es estar contento. 
Puedes encontrar a alguien que tenga lo que quieres, y no ser exitosa, 
puede tener lo que tu quieres pero no lo que la hace feliz. 

Tu éxito lo defines tu mismo, no los demás. 
El éxito no es lograr lo que los demás quieren. 
El éxito no es pensar más que los demás, ni adelantarse. 
El éxito no es querer lo que tienes, ni tener lo que quieres. 

El éxito no es un capricho, ni llevar a cabo proezas mundiales o históricas. 
El éxito no es una adivinanza, no es casualidad. 
El éxito no es encontrar un camino fácil o rápido. 
El éxito no se encuentra ni se quita. 

El éxito es cumplirte a ti mismo lo que te prometiste.
MONSTRUO

En el letargo, afilando las cuestiones, 
en la nada, punzando la vena de la idea 
arrancarme de la historia ó extirparte. 
sacarte de cuajo, amputarte de las imágenes. 

Impotente de actuar, me sonríes desde ayer 
me acaricias y cada vez el escozor que da miedo, 
de hacerlo en verdad, de esfumar los recuerdos 
casi con ampollas en los ojos. 

Soporto en la corteza de la memoria, 
con una costra de recuerdos lisos, impalpables 
y cada situación permeada de la presencia, 
de la inagotable presencia que te he creado.

Omar López Rincón
CELESTIAL

El mal no existe,
pasaran las eras y seguirás conociéndome,
te encontrare a pesar de los sentidos
y en el polvo que quede por nosotros
restriego la fuerza que nos queda para levantarnos

Acechando en el instante, si te pierdes escucho el movimiento,
cada llaga por abismo en que te busco,
me detengo y respiro alfileres 
me arde más no encontrarte

Degüello el ansia para pensar,
su lobreguez no me trastorna más,
no es posible.

Pero conozco tu efigie, las palabras
siempre tienen dos, el literal y el real.
La soberanía para separarnos conmina clemencia.

Que si me burlo de su corona ?,
no le creo aún cuando los súbditos me batanean.
Me tratan de infectar con palabras huecas.

Omar López Rincón